Comentario
Las noticias y la historiografía tetzcocana
El segundo fragmento del Códice Ramírez contrasta vivamente con los textos que le preceden. Su ilustre descubridor, impresionado por la relación que iniciaba el manuscrito, no le prestó ninguna atención, limitándose a efectuar una somera descripción formal, que reza así:
Es un original y de letra enteramente diversa. Las numerosas testaduras manifiestan claramente que era el borrador. Está distribuido en capítulos, habiendo quedado en blanco sus números ordinales. Relátanse en él compendiosamente los hechos de la conquista, desde la llegada de los españoles a Tezcuco hasta los inmediatos a la rendición de México8.
Por supuesto, sobra señalar que no comparto la opinión del ilustre anticuario. La historiografía mexicana se caracteriza por una acusada carencia de originales y la aparición de un supuesto ológrafo, aunque sea un borrador, constituye todo un acontecimiento. Máxime si, como sucede en el caso que nos ocupa, proporciona datos de sumo interés sobre la participación del Acolhuacan --uno de los Estados miembros de la Triple Alianza-- en los sucesos de 1519-1521.
La heurística, una actividad a caballo entre el arte y la ciencia, presenta más obstáculos que facilidades a la persona que se adentra en tan apasionante campo. Naturalmente, el resultado final depende en gran parte de las dificultades que muestre el documento, las cuales varían de manera considerable en cantidad y calidad. Por lo que respecta al retazo localizado por Ramírez, los problemas son tantos que, sin duda alguna, cualquier análisis del mismo difícilmente rebasará la categoría de mera conjetura. Por esta razón, las reflexiones esbozadas en las líneas siguientes no pretenden sentar o iniciar polémica alguna. Deben considerarse, única y exclusivamente, como una mera lucubración, cuyo único objetivo reside en atraer la atención de los estudiosos sobre un texto ignorado por la crítica.